Autora: Eva Carrasco

Muchos padres se hacen la misma pregunta. ¿Qué pasa con los hermanos de un chico con TDAH? ¿Cómo se trata el tema con ellos? Desde PADRES, nos hemos puesto en contacto con Miguel Moreno, psiquiatra infantil del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y miembro de la Asociación Elisabeth d’Ornano para el TDAH, para que nos ayude a encontrar respuestas.

“Debemos entender la familia como un grupo, como un sistema. Cuanto más cohesionado esté, mejor va a funcionar, más claros van a estar los repartos de roles y todos participan de todo. Cada uno de acuerdo a su nivel de comprensión”. Ésta parece ser la clave ya que si el grupo está cohesionado, se entiende como una identidad. “Algo que nosotros vemos en la consulta es la baja autoestima familiar. Cuando les preguntas, se ven a sí mismos como una familia desastre”, nos explica el doctor Moreno. Sin embargo, si se entiende el grupo como un sistema donde cada uno tiene su función, la situación es que hay una persona que en un momento determinado necesita más ayuda que, por ejemplo es el chico con TDH y hay que hacerlo comprender a los demás, pero en otro momento puede ser otro. Para eso hay que hacer participar a todos de lo que pasa y por supuesto establecer unas normas que estén claras, que sean pocas, que todo el mundo las entienda y que partan del respeto a los demás. “Explicar que tiene un defectillo, igual que otro es más bajo, él tiene un defecto que a veces le lleva a ser muy impulsivo, a no organizarse bien o a invadir el terreno de otro y entre todos le tenemos que ayudar, es labor de todos”. La información debe fluir y se debe ocultar lo mínimo. Es importante eliminar los tabúes, aunque hay que adaptarlos y adecuarlos al nivel de comprensión de cada uno. “No hay que evitar la culpa, el sentirnos culpables de algo nos hace reflexionar y hacernos mejores”.

Oportunidad : “Todos tendemos a pensar que tener un hermano con TDH es algo muy malo, que te va a molestar ;pero al revés, te va a hacer empatizar con los demás y te puede hacer mejor persona”, reflexiona. Si se sabe reconducir es una oportunidad. El hermano puede aprender tolerancia. “Me preocupo por el otro y eso me lleva a preguntarme si el otro se preocupa por mí, empiezo a desarrollar la empatía, va a mejorar la comunicación: gracias a que tuve un hermano con TDH mis padres se dieron cuenta de que tenían que comunicarse mejor conmigo y además vamos a clarificar más las reglas”.

Finalmente el doctor Moreno aconseja transmitir al hermano algunas ideas positivas como:

• Tienes un hermano hiperactivo que es un compañero invasivo, pero también es un chavalote muy divertido.
• Tienes un hermano que requiere toda la atención, pues más distracción para tus padres, así puedes hacer más tu vida, puedes ser más autónomo.
• Tienes un hermano con problemas, es un miembro de la familia que necesita ayuda y hay que estar. Si yo algún día necesito ayuda también van a estar.